Tuesday, February 23, 2010

to fast or to feast?

Renunciar a los trabajos mediocres
renunciar a labios prohibidos
renunciar a la despertada tarde
renunciar al olvido
renunciar al helado que empalaga
renunciar a la cama que calienta
renunciar al dinero que mereces
renunciar al sentido de las cosas sin sentido
renunciar al trote y optar por la bicicleta
renunciar a la idea de dejar el alcohol
renunciar al amor por contrato
renunciar a la idea obsesiva de ser alguien
renunciar a las rotondas y amar carreteras
renunciar a quien buscas tanto
renunciar a quien tanto te busca
renunciar al producto en oferta
y al pantalon que te desea
renunciar a la belleza posible
y al desastre imposible
renunciar a la defensa del planeta y los animales y los pobres y las mujeres y los esclavos y las ballenas de pintas amarillas
renunciar a plantar el arbol, escribir el libro y tener el hijo
renunciar a los proyectos exitosos y entregarse a lo inútil
renunciar al amante y amar al que se tiene
renunciar al puritanismo y devorarse al amante
renunciar al striptease nunca terminado, a cantar sobre los pianos
renunciar al pendejo que eres y que ya no quieres
renunciar al mal porque es cuadrado y porque el bien es original
renunciar a la poesía porque no es rentable
renunciar a tu trabajo porque no es amable
renunciar al deseo de ser alguien
renunciar al cigarrillo por amor al aroma del jazmín
renunciar a la búsqueda frenética de algo que no conocemos
renunciar a la idea de dios y creer en el universo o en buda, o el horoscopo
renunciar al pensamiento revolucionario
renunciar a la fama esquiva
renunciar al teléfono que suena y suena
renunciar a tanta renuncia
y empezar la vida

Saturday, February 20, 2010

where the wild things are... are we the wild things... are the wild things where we are...


Esos encuentros inesperados sobre las nubes me llevaron a donde están las bestias salvajes. Las de Sendak recuerdo siempre eran heroicas, llorabas un poco y volvias a la infancia feliz, pero quizas algo queda, o ahora al menos, removio remoras que quien sabe desde cuando se habian asentado

Somos todos niños con disfraces -que ya nos quedan chicos, sucios, hediondos y roídos- de lobo que llevamos puestos quizas con el simple propósito de sentirnos seguros y fuertes? o somos todos grandes bestias peludas, forzudas pero que todo lo que quieren es no sentirse solos, reírse, jugar y dormir amontonados?

Cada uno de los 'wild things' era como ver un trozo del fragmentado rompecabezas personal en que nos entrampamos. La pieza aquella que encaja en esos momentos en que sientes que nadie te presta atención y no sabes jugar -no quieres jugar- y quisieras pero tampoco tanto. Aquel otro, de esos días en que exudas rabias por cada poro por rabiar, tanto que podrías tirar el mundo abajo, quemarlo, gritarle mas fuerte si te grita de vuelta. O esa esquina que muestra lo incapaz que eres de lidiar contigo cuando te invade una emoción tal -generalmente de las positivas, hacia alguien mas- pero que no sabes como sacarla fuera y finalmente haces lo contrario de lo que quisieras, dices lo contrario de lo que piensas, y quisieras ser descubierto, desdifrazado, pero no pasa, y te quedas con abrazos pendientes. Y claro, tambien esta el animal salvaje domesticado, el que esta siempre ahí a pesar de todo, a pesar de que el salvaje del otro no te quiera para que estés; pero que no es mas que el que se resiste a ser domesticado.

Pero para todas nuestras bestias siempre hay un ser de día soleado, armonioso, feliz y ponderado en que las nubes se despejan, el sol brilla y la providencia se alinea. Y al final las bestias se contienen.

Y el disfraz, pues claro, todos querríamos tener poder, ser reyes de nuestras insulas ("Todas íbamos a ser reinas, de cuatro reinos sobre el mar..." lo dijo Mistral) y desearíamos quizas encontrar el camino a quienes somos, sacarnos el disfraz y dejar las vulnerabilidades a plena luz... where the wild things are.

Wednesday, February 10, 2010

Cabin fever

Se anuncia entre los dos tiempo inestable
asoman a tus ojos las tormentas,
por la noche es probable
que el viento sea variable,
que me quieras… y luego te arrepientas.
La isobaras ven hielo en tus venas
y en tu pañuelo un mar que se sofoca
y auguran las antenas
que harán falta cadenas
para subir al puerto de tu boca.
Besarte es desatar un huracán
que suba en el termómetro el mercurio,
algunas nieves dan
calor cuando se van
fundiendo entre el desierto y el diluvio.
Lo malo es que después la gota fría
se instala entre mis huesos y los tuyos,
corrige mi alegría
la noche de aquel día
que me condena al páramo y al trullo.
Caerá un rayo en mi torre de Babel,
arrasarán las plagas y la hambruna,
vendrán lunas de hiel,
a devastar mi piel
si el desamor no encuentra su vacuna.


a tu vera el dulce hogar era un iglú

Título: Parte meteorológico
Año: 2009
Letra: Joaquín Sabina y Benjamín Prado
Disco: Vinagre y Rosas (2009)